Soy Irene Muñoz, psicóloga sanitaria especializada en el tratamiento de adicciones y trastornos emocionales.
Me licencié en Psicología y desde entonces no he dejado de formarme. Mi recorrido ha estado centrado en el enfoque cognitivo-conductual, con especialización en el tratamiento de adicciones, intervención en crisis y trastornos del estado de ánimo.
He trabajado tanto en consulta privada como en centros especializados, colaborando con equipos multidisciplinares y acompañando a pacientes en distintos momentos vitales.
Durante más de 15 años he atendido a adolescentes y adultos, adaptando cada proceso a las necesidades individuales de la persona. Creo que la formación es fundamental, pero también lo es la experiencia humana que se va construyendo en cada sesión.
He aprendido que la teoría es una base, pero la verdadera herramienta es la relación terapéutica que se construye con honestidad y presencia.
Para mí, cada proceso es único. No creo en soluciones generales ni en diagnósticos que definan a la persona. Trabajo desde la idea de que todos tenemos recursos, aunque a veces cueste verlos o activarlos.
Mi papel es acompañarte a identificar lo que necesitas, entender lo que te bloquea y ayudarte a tomar decisiones que se alineen con tu forma de estar en el mundo.
Mi forma de trabajar está basada en el respeto, la claridad y la cercanía. Valoro mucho que la persona entienda el sentido de lo que hacemos en consulta y se sienta parte activa de su proceso. No impongo, propongo. No dirijo, acompaño.
Más allá de las técnicas o herramientas, creo que lo más importante en terapia es la calidad del vínculo. Sé que abrirse no es fácil, y por eso cuido especialmente el ambiente de la consulta: un espacio donde puedas hablar con libertad, sin miedo a ser juzgado.
Trabajo con honestidad, cercanía y mucho respeto por los ritmos de cada persona. Tener un enfoque humano implica entender que detrás de cada síntoma hay una historia.
Y mi tarea no es sólo “quitar el malestar”, sino acompañarte a comprender qué te pasa, qué necesitas y qué te ayudaría a sentirte mejor.
Cada encuentro es único y me implico plenamente en lo que ocurre en consulta. Mi atención está puesta en ti, en cómo llegas y en lo que necesitas.
El ritmo lo marcas tú. Yo acompaño, propongo y sostengo, pero siempre desde tu propio proceso y tus decisiones.
Sé lo difícil que puede ser hablar de ciertas cosas. Por eso me esfuerzo en que la consulta sea un lugar donde puedas ser tú.